Reportajes
Nuevas dianas terapéuticas en la lucha contra el cáncer
Los principales avances en el tratamiento del cáncer se han logrado con la implantación de la quimioterapia, tal y como la conocemos hoy. Esta estrategia terapéutica se inició con el descubrimiento de la actividad antitumoral de los agentes alquilantes y de ciertas hormonas, y la aparición de antimetabolitos del ADN. Muchos compuestos con actividad antitumoral están presentes en la naturaleza, y muchos de sus derivados son producidos por microorganismos. Sin embargo, debido a la toxicidad de los fármacos y a la resistencia a múltiples agentes quimioterapéuticos, la búsqueda de nuevos fármacos y/o compuestos naturales todavía representa un objetivo principal de la terapia del cáncer. El crecimiento incontrolado de las células tumorales puede ser debido en parte a la capacidad de las células transformadas para producir una variedad de factores de crecimiento polipeptídico que están implicados en la autoestimulación del crecimiento de estas células. Las células tumorales humanas producen y secretan factores de crecimiento. La presencia de receptores de factores de crecimiento define una enfermedad biológicamente más agresiva en varios tipos de cáncer.
Importancia de la farmacogenética en el tratamiento de la hipertensión arterial
La hipertensión arterial (HTA), como primer factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares que presentan el mayor índice de mortalidad a nivel mundial, es padecida por un 26% de la población. De esta elevada prevalencia tan sólo un escaso porcentaje consigue controlar eficientemente su tensión arterial (TA) con un tratamiento farmacológico adecuado. La farmacogenética, como herramienta para identificar qué polimorfismos se asocian con la respuesta terapéutica de los antihipertensivos en cada paciente, podría contribuir a reducir esta problemática. Presentamos aquí un estudio epidemiológico de la prevalencia de HTA y de su tratamiento farmacológico, tratando de averiguar la tasa de error que los facultativos pueden cometer al desconocer el perfil genómico del paciente para la metabolización de los fármacos. La muestra utilizada estuvo formada por 1115 personas de las cuales 332 cumplieron los criterios definidos para HTA. Se registró la pauta farmacológica
que cada paciente seguía previamente a su visita a nuestro centro, y se analizó su perfil farmacogenético. Del 30% de pacientes con HTA, un 61% no estaba tomando el agente antihipertensivo idóneo para su metabolización, según su idiosincrasia genética. La integración de pruebas farmacogenéticas en el manejo clínico de la HTA, puede favorecer la respuesta terapéutica de los fármacos administrados aumentando el control de la TA y reduciendo los efectos adversos de los antihipertensivos.
Alzheimer’s disease 2011. Where are we heading?
Alzheimer’s disease (AD) is a major problem of health and disability, with a relevant economic impact in our society (€177 billion in Europe). Despite important advances in pathogenesis, diagnosis and treatment, its primary causes still remain elusive, accurate biomarkers are not well characterized, and the available pharmacological treatments are not cost-effective. As a complex disorder, AD is a polygenic and multifactorial clinical entity in which hundreds of defective genes distributed across the human genome may contribute to its pathogenesis (with the participation of diverse environmental factors, cerebrovascular dysfunction, and epigenetic phenomena), leading to amyloid deposition, neurofibrillary tangle formation and premature neuronal death. Future perspectives for the global management of AD predict that structural and functional genomics and proteomics may help to search for reliable biomarkers, and that pharmacogenomics may be an option to optimize drug development and therapeutics.
Desarrollo de la Vacuna EuroEspes EB101 contra la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la forma más frecuente de demencia en los países desarrollados, con una prevalencia de alrededor del 1% a la edad de 65 años y más del 25% en personas mayores de 85 años. Clínicamente, se caracteriza por un progresivo deterioro cognitivo, trastornos conductuales y deterioro funcional. La EA es un trastorno poligénico-complejo en el que podrían participar cientos de genes, distribuidos por el genoma humano, en estrecha cooperación con inductores ambientales, disfunción cerebrovascular y fenómenos epigenéticos [1]. Los principales sellos neuropatológicos de EA incluyen acumulación de péptido amiloide-β (Aβ); ovillos neurofibrilares (NFT) compuestos principalmente por filamentos helicoidales aparejados con proteínas tau hiperfosforiladas; pérdida neuronal y sináptica [2]; reducción del volumen cerebral total, con daños específicos de la corteza entorrinal del hipocampo [3]; neuroinflamación; gliosis; formación de radicales libres [4]; déficit de neurotransmisor y factores neurotróficos; deterioro metabólico [5]; y desregulación de proteosomas y chaperonas [6]. En la última década, numerosos estudios inmunoterapéuticos han demostrado que algunas formas de péptidos Aβ agregados desempeñan un papel importante en la patogenia de esta enfermedad neurodegenerativa [7-9]. Estos resultados llevaron a estrategias de inmunización terapéutica experimental y más tarde a los ensayos clínicos orientados a reducir el exceso perjudicial de Aβ cerebral. Ratones transgénicos que expresan las formas mutadas del gen de la proteína precursora amiloidea humana (hAPP) muestran un prematuro incremento en los niveles de proteínas Aβ y su acúmulo en forma de depósitos en la corteza cerebral y en el hipocampo [10-12], desarrollando características neuropatológicas similares a las observadas en el cerebro de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer [13]. Ratones transgénicos con la mutación en el gen de la presenilina-1 (PS1) también muestran un aumento en la generación de péptidos Aβ42, potenciando su depósito en el cerebro a los 6 meses de edad [14]. En nuestros estudios, hemos utilizado ratones transgénicos con doble mutación, derivados de la co-expresión de los genes mutados de APP y PS1, ya que demuestran una aceleración en el proceso de acumulación de depósitos Aβ en el cerebro en comparación con los modelos animales con mutación simple [15-19]. Estos ratones transgénicos dobles se han utilizado en numerosos estudios para investigar terapias emergentes con el fin de prevenir o tratar las características neuropatológicas de la enfermedad de Alzheimer.
Tarjeta Farmacogenética EuroEspes. La Personalización del Tratamiento Farmacológico
Todo el mundo sabe que un mismo medicamento no hace el mismo efecto a todas las personas que lo consumen; y es de dominio público que la misma enfermedad en diferentes personas no responde de igual forma al mismo tratamiento farmacológico. Los factores que determinan la seguridad y eficacia de un medicamento son: (I) las características físico-químicas y farmacológicas del producto; (II) las interacciones con otros fármacos; (III) la edad y el sexo; (IV) las condiciones biológicas del paciente (función gastrointestinal, circulación sanguínea, otras enfermedades concomitantes); (V) el cumplimiento de la pauta terapéutica establecida por el médico (una de las principales causas del fracaso terapéutico es la no compliance); (VI) diversos factores nutricionales (status nutricional); y (VII) el perfil genómico de cada paciente (factores genéticos asociados a la enfermedad, farmacogenética, farmacogenómica, nutrigenética).